Hace unos días tuvimos la oportunidad de probar un rastrillo
ecológico Einböck
de nuestros amigos de Vila.
Hasta Torresandino
desplazaron uno de sus modelos, concretamente el de 6 metros de labor.
Después de una pequeña charla informativa e introductoria, sobre
el funcionamiento y las distintas utilidades del rastrillo, nos dirigimos a realizar
la prueba de campo. Entre las principales utilidades destacan:
-Romper la costra de la tierra.
-Eliminar gran cantidad de malas hierbas de manera
ecológica.
-Extender los montones de tierra causados por los topos en praderas o las
heces del ganado en pastos, consiguiendo un abonado más uniforme y evitando la
desaparición de plantas por asfixia.
-Requieren poca potencia para trabajar con grandes anchuras.
Este modelo de 6 metros de labor, tiene un total de 240 “muelles
o púas”, repartidos entre 4 cuerpos. Para trabajar sobre el rastrojo de cereal
con esta rastra, lo ideal es quitar uno de cada dos muelles, aumentando la
separación entre ellos. El motivo de hacerlo así, no es otro que evitar que la
paja se acumule en exceso entre los muelles, por lo que nosotros realizamos las
pruebas de campo con tan sólo 120.
Para realizar la prueba, elegimos dos rastrojos que teníamos
en la misma parcela; uno de trigo y el otro de cebada. Nuestra intención era
ver como se comportaba con los dos tipos de paja. ¿El motivo? Son los dos
cultivos mayoritarios de nuestra explotación y nos interesa este apero para
esparcir los restos de cosecha, tapando ligeramente las semillas, para que con
las primeras lluvias germinen y así poder controlar mejor las malas hierbas.
Una vez regulada correctamente según las indicaciones de
Albert Vila, comercial del producto, procedimos a dar las primeras manos.
En el rastrojo de cebada comprobamos que la grada se embozaba
menos que en el rastrojo de trigo. La paja de cebada es más “suave y dócil” que
la de trigo, por lo que corría con mayor facilidad por entre las púas,
acumulándose menos material en la rastra.
Para evitar que se acumule en exceso la paja, el rastrillo Einböck
lleva unas correderas que actúan directamente sobres los ejes a los cuales van
fijadas las púas. Cuanto más atrasada está la palanca de regulación más atacan
el suelo las púas. Por el contrario, cuanto más adelantada esté la palanca, más
suavizamos el ataque de las púas. Para comprobarlo, nada mejor que probar la
grada en las dos posiciones. Como bien dijo Albert; “las pruebas de campo son para eso, para
probar el apero en todas las condiciones y sus posibilidades”. Aún estando el rastrillo embozado de paja, seguía arañando la tierrra y esparciendo la paja. Para evitar que quedasen montones de paja en la parcela, es recomendable trabajar siempre con ella bajada, y al llegar al cabecero girar sin levantar la rastra del suelo.
La verdad es que nos sorprendió gratamente su trabajo. Aunque
a primera vista pudimos pensar que la rastra era muy sencilla y ligera, en la
demostración de campo pudimos comprobar todo lo contrario. Constatamos que el
apero de 6 metros de labor es escaso para un tractor de esta potencia (155cv). Con los
aperos y parcelas que hay actualmente, la elección del modelo de 9 o 12m, sería
la más acertada.
Los agricultores del pueblo que se acercaron a ver la
demostración, les pareció un apero interesante. Comparaban la labor del
rastrillo Einböck
con la “viga”, apero que últimamente se está poniendo de “moda” en la zona.
Comentaban que la labor que hacía la viga de machacar y extender la paja era
prácticamente la misma que realizaba el rastrillo, con la ventaja de que el
rastrillo Einböck,
no hacía prácticamente tiro al tractor y el gasto de gasoil era muy inferior.
Además, con la rastra ecológica podías llevar grandes anchuras, algo impensable
con las vigas debido a su peso.
Para la gente que no haya tenido la oportunidad de verla
trabajar en el campo, que no se preocupe. Vila
expondrá sus productos y realizara pruebas de campo en Demoagro 2015.
Un saludo a todos.