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Llevábamos tiempo pensando en la posibilidad de cambiar el
pulverizador, y al final nos hemos decidido a comprar uno nuevo. Nuestro viejo
Aguirre de 12m y válvulas manuales nos les quedamos, ya que en momentos
puntuales con exceso de trabajo, podríamos utilizarle para escardar con los dos
tractores a la vez.
Después de tantear distintas marcas, al final nos decantamos
por un pulverizador Aguirre.
El principal motivo es que nuestro viejo pulverizador era de
la misma marca, y nos ha dado buenos resultados; y en segundo lugar porque el
servicio técnico le tenemos cerca, en Campillo de Aranda, Burgos. Además, hemos
elegido un pulverizador sencillo y sin mucha tecnología. El motivo, cuando la
tecnología funciona bien, no hay ningún problema, pero cuando la da por fallar,
nos puede complicar mucho la vida.
Las características principales son las siguientes:
-Depósito de 1650 litros.
-18m de ancho de barras, más dos boquillas en las orillas que
amplían 1,5m en cada extremo.
-Marcador de espuma.
-Incorporador de producto.
-Tubería de acero inoxidable
-Ordenador Arag 4663, 5 vías con compensador de presión al
cerrar los tramos.
-Suspensión hidráulica.
-Llaves para la regulación de altura de barra hidráulica.
-Depósito de agua limpia para las manos y limpieza interior
del depósito.
-Bomba de pistones 30 atmosferas y 160 litros.
Todavía es un poco pronto para juzgar el pulverizador, debido
a que llevamos poco tiempo trabajando con él, pero las primeras impresiones
están siendo buenas.
Nos ha sorprendido bastante la suspensión de las barras. En
nuestro anterior modelo, el tipo de barra era completamente distinta y nos daba
muchos latigazos cuando ibas rápido o cogías algún bache fuerte. En este otro,
prácticamente toda la barra se articula, lo que hace que nunca rebote fuerte o
pegue un latigazo. Tenemos que tensar los muelles de los tensores de los cables
de acero. Como se aprecia en el vídeo oscilan demasiado y las puntas se quedan
muy cerca de pegar en el suelo. Más adelante igual incorporamos unos patines en
los extremos de la barra. Al final del artículo podréis ver un vídeo y juzgar
vosotros mismos.
La suspensión del conjunto de las barras la elegimos
hidráulica. Lleva conectado un acumulador de presión al hidráulico que nos
regula la altura. Para absorber los baches pequeños, lleva un muelle en la
punta del hidráulico, pero para los baches gordos o cuando el conjunto de las
barras rebota fuerte, trabaja el acumulador de presión. Esta buena suspensión,
nos planteaba un problema.
Actualmente nuestros dos tractores sólo tienen 2 salidas
hidráulicas. Uno le utilizamos para abrir las barras de un lado, y el otro para
las del otro. Para poder usar la elevación del conjunto de las barras nos hacía
falta una tercera salida. ¿Cómo lo solucionamos? En fábrica nos incorporaron
dos llaves que cerraban uno de los circuitos y nos desvían el aceite, al
hidráulico que regula la altura del conjunto de la barra. De esta forma,
tenemos las tres vías que nos hacían falta para manejar el pulverizador.
Otra gran duda que se nos planteó fue el tema de las válvulas
eléctricas. Podíamos montar 5 o 7 vías con distintas posibilidades. Por
ejemplo:
-5 vías y boquillas en los extremos que alargan un metro que
abrimos de forma manual (opción que elegimos).
-7 vías divididas en la anchura del carro, coincidiendo las
vías con el plegado de los tramos de las barras.
-7 vías, dejando 5 para controlar las boquillas de la anchura
total del carro; y las otras dos, para controlar desde la cabina las boquillas
de los extremos.
La verdad es que la decisión no era fácil y no sabemos si
hemos acertado o errado. El tiempo y el uso nos sacarán de dudas, aunque esperamos
no arrepentirnos con la elección.
En los primeros carros tuvimos que limpiar unas cuantas
boquillas. Pequeños trozos de plástico las taponaban, suponemos que vienen del
montaje del pulverizador.
Sopesamos la posibilidad de comprarle con marcador de espuma
o no. Actualmente sólo tenemos un GPS Cerea, y nos planteaba el problema de
sólo poderle usar en un tractor. Añadirle los marcadores como extra no era una
opción descabellada, debido a que si un día falla el ordenador del GPS, o
realizamos algún tratamiento en una zona con árboles y mala señal, nos
evitaríamos complicaciones. Más adelante, esperamos poderle instalar el corte
por tramos a través del Cerea.
Desde aquí, queremos agradecer una vez más la gran labor que
ha hecho Cesar Domínguez y todos sus colaboradores con este Autoguiado GPS. Os
dejamos el link de su canal de YouTube
para que podáis ver los vídeos de este GPS.
Más adelante, cuando tengamos más probado el pulverizador,
continuaremos el reportaje.
Aprovechando
el buen tiempo, realizamos una de las labores menos
agradecidas del campo, quitar piedra.
Es una labor
dura, no por el peso que se recoge y las veces que te agachas, sino por la
paliza que te pegas a andar
Como podéis
apreciar en las fotos, en nuestro terreno abundan las piedras y es una labor
que repetimos en distintas épocas del año. Mucha gente me pregunta si después
de tantos años quitando piedra ¿cómo es posible que sigan saliendo?. La respuesta
sencilla: Al arar, movemos las capas inferiores de la tierra y vamos moviendo
las piedras que se encuentran enterradas y poco a poco van asomando a la
superficie.
En algunos
sitios, hay piedras “nacidas”.Llamamos
así a piedras enormes que se encuentran enterradas y sólo sobresalen de la
tierra un poco. En las fotos podéis ver alguno de estos ejemplos. Este tipo de
piedra son las peores, ya que si se engancha la reja del chisel o el
semichiselen ella, es muy fácil que
partas el brazo.
Además, pudimos
comprobar el efecto de la aplicación del herbicida Muralla Combi y Mamut. La
foto es del día 8 de marzo, y creemos que hemos obtenido buenos resultados.
Espero que
os guste la pequeña galería de imágenes.